Borja Cobeaga ha acudido a la Semana de Cine de Medina del Campo como Director del Siglo XXI, aunque lo más adecuado sería que el reconocimiento que le ha concedido el festival fuese como «guionista del Siglo XXI», según sus propias palabras. 

Porque por encima de director, que lo es y tiene proyectos en marcha como tal, se siente guionista. Pero también ha desempeñado labores de productor y ha trabajado tanto para la pantalla grande como para la pequeña, donde parece sentirse especialmente cómodo. «La televisión es un refugio para guionistas», ha señalado tras remarcar que en una y otra faceta ha tenido «más libertad en televisión que en cine». 

Todoterreno en el campo audiovisual, Cobeaga ha recordado sus inicios, muy vinculados a la SECIME, que impulsó uno de sus primeros trabajos al ganar el Concurso de Proyectos de Cortometrajes con Éramos pocos, que terminó nominado a los Oscar. «En mucha medida fue el comienzo de mi carrera como director. Mi vinculación a los festivales en general y a Medina en particular es tremendamente fuerte», ha señalado. De aquel rodaje en la Villa de las Ferias en 2004 ha recordado que tuvo que cambiar el plan inicial de «rodar en verano en un campo lleno de trigo» y hacerlo con el frío de enero para adaptarse a la agenda de Mariví Bilbao, que «ya se había hecho famosa por Aquí no hay quien viva». Una «casualidad» que dio tan buen resultado que terminaron viviendo «una especie de sueño para los dos»: llegar a Los Ángeles con el corto.

Además de «la musa de cortos vascos», Mariví Bilbao, Éramos pocos contó con un coprotagonista habitual en el trabajo de Cobeaga, Ramón Barea, con el que ha seguido colaborando y participa, de hecho, en los dos proyectos que tiene entre manos. El primero, ya en proceso, es una serie para Amazon, «una comedia sobre la monarquía» que escribe y dirige. El siguiente, un largometraje más tras Pagafantas, No controles, Negociador y Fe de etarras. Se rodará en verano y llevará por título Los aitas, «una comedia que transcurre en el Bilbao de los años ochenta» en la que la paternidad estará «muy presente», algo que le apetecía especialmente tras ser padre.

El guionista de Ocho apellidos vascos y director de programas como Vaya semanita insiste en la comedia que tan buenos resultados le da. Ver cómo la gente se ríe «crea adicción», ha reconocido. Al pedirle un consejo para los que empiezan en el mundo del corto, Cobeaga ha recomendado «una ilusión a prueba de bombas». «Se hacen muchos cortos y muchos largos y aguantamos veinte años los que estamos empecinados en que un proyecto suceda a otro y en corregir los errores en el siguiente», ha concluido.