La Semana de Cine de Medina del Campo reconoce al director Gonzalo Suárez con el Roel de Honor

La Semana de Cine de Medina del Campo reconoce al director Gonzalo Suárez con el Roel de Honor
El cineasta asturiano, uno de los representantes de la desaparecida Escuela de Barcelona, recibe la máxima distinción del festival, que premia su extensa y personal filmografía, en la que se incluyen títulos como El extraño caso del doctor Fausto, Epílogo y Remando al viento

Galardonado en 1991 con el Premio Nacional de Cinematografía, la carrera tras las cámaras de Suárez se ha entrelazado durante cinco décadas con su pasión por la escritura, plasmada en numerosos guiones cinematográficos y en una veintena de novelas


Lunes 19 de octubre

El director Gonzalo Suárez recibirá el próximo 15 de marzo en la 31 edición de la Semana de Cine de Medina del Campo, que se celebrará entre los días 9 y 17, el Roel de Honor, máximo galardón del festival. La cita cinematográfica reconoce, así, la extensa y personal trayectoria de Suárez, que ha firmado casi una treintena de películas, entre las que se incluyen El extraño caso del doctor Fausto (1969), Aoom (1970), Epílogo (1984), El detective y la muerte (1994) y Oviedo Express, la última hasta la fecha, que vio la luz en 2007. El realizador asturiano, que cuenta en su haber con otros destacados galardones, como el Premio Nacional de Cinematografía (1991) y la Orden de Alfonso X el Sabio (2006), recibió en 1989 el Goya a Mejor Dirección por uno de sus títulos más alabados, Remando al viento, que le valió también la Concha de Plata en el Festival de San Sebastián. Precisamente, la Semana de Cine proyectará esta película el domingo 4 de marzo, a las 19.00 horas, en el Balneario-Palacio de las Salinas, dentro de la programación previa a la celebración de la cita. 
Nacido en Oviedo en julio de 1934, se trasladó a Madrid para estudiar Filología Francesa, carrera que nunca terminó. Sin embargo, la estancia en la universidad hizo que entrase a formar parte del Teatro Español Universitario para iniciar su andadura como actor, que le llevó a protagonizar en 1969 su debut en el largometraje como director, Ditirambo, filme al que precedieron dos cortometrajes en 1966. Suárez, que había comenzado en el séptimo arte como guionista, se metía en la piel de su álter ego, un héroe atípico dispuesto a ejecutar cualquier misión que le fuese encomendada. Con este primer trabajo, el realizador asturiano buscaba alejarse de las corrientes imperantes en el cine nacional de la época, con imágenes fantásticas y oníricas que se entremezclaban con la realidad.
Lo hizo al amparo de la Escuela de Barcelona, un movimiento cinematográfico surgido a mediados de la década de los 60 del pasado siglo que trajo nuevos aires al cine en España. Directores tan célebres como Vicente Aranda, Pere Portabella, Jacinto Esteva, Jordi Grau, Joaquím Jordá y el propio Suárez formaron parte de esta corriente efímera que apostaba por un lenguaje más experimental y una libertad formal y estilística con la que sortear las directrices de la censura franquista y alejarse del Neorrealismo italiano. El fracaso comercial de las películas surgidas de la Escuela de Barcelona supuso el final del movimiento y Suárez, que el pasado mes de noviembre recibió la Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes, se decantó entonces por un cine de corte más convencional.
La mezcla de géneros, de drama y humor, y la búsqueda constante de la libertad creativa han marcado la filmografía de Suárez, un creador independiente dueño de una personal percepción de la realidad y de un particular universo interior. Su carrera tras las cámaras (que le llevó también a la televisión con la serie Los pazos de Ulloa a mediados de los 80) ha estado entrelazada en todo momento con su vertiente como escritor. No en vano, ha publicado una veintena de novelas desde que en 1963 viese la luz la primera, titulada De cuerpo presente. Fruto de su interés por diferentes disciplinas, en 2003 dirigió su primer montaje teatral, una adaptación libre de Arsénico por compasión, de Kesserlring, que tituló Arsénico, por favor, un espectáculo que supuso, asimismo, el debut sobre las tablas del actor Jorge Sanz.
También la comunicación ha sido un campo en el que Suárez se ha desarrollado profesionalmente: en los años 60, bajo el seudónimo de Martín Girard, realizaba crónicas deportivas, un género en el que se vio inmerso de manos de Helenio Herrera, por aquel entonces entrenador del Inter de Milán y marido de la madre de Suárez. Un creador polifacético que el próximo mes de marzo sumará su nombre a la nómina de profesionales del séptimo arte nacional galardonados con el Roel de Honor de la Semana de Cine de Medina del Campo, en la que figuran ya Juan Diego, José Sacristán, Emma Penella, Luis García Berlanga, Mercedes Samprieto, Elías Querejeta, José Luis Cuerda y Ángela Molina, entre otros.