El trabajo en red de los diferentes agentes implicados y la alfabetización audiovisual, claves para potenciar el cortometraje nacional

El trabajo en red de los diferentes agentes implicados y la alfabetización audiovisual, claves para potenciar el cortometraje nacional
Representantes del sector aplauden en la 32 Semana del Cine de Medina del Campo la «edad de oro» que vive el corto en nuestro país, como avalan los éxitos internacionales, y ponen el foco de atención en la necesidad de redefinir la estrategia de distribución y comunicación del cortometraje para potenciar que llegue al espectador más allá de los festivales.
 
Las Conversaciones en el Balneario, bajo el título El corto resplandece. Propuestas para el cortometraje del futuro, clausuran el I Congreso Internacional sobre el Cortometraje. Análisis, valoración y grandeza del formato, organizado por el certamen medinense en colaboración con la Universidad de Valladolid, UVa.
 
 
Sábado, 9 de marzo
La Semana de Cine de Medina del Campo no ha faltado en la mañana de hoy sábado a la cita con las Conversaciones del Balneario, que han coincidido en esta trigésimo segunda edición del festival con la clausura del I Congreso Internacional sobre el Cortometraje. Análisis, valoración y grandeza del formato, organizado por el certamen medinense en colaboración con la Universidad de Valladolid, UVa. El corto resplandece. Propuestas para el cortometraje del futuro es el título del encuentro que ha reunido en el Balneario Palacio de Las Salinas a los hermanos César y José Esteban Alenda, directores de cine; Carmen Serrano, de la Unidad de Cine y Audiovisuales de la Junta de Andalucía; Pilar García Elegido, asesora de cine de la Comunidad de Madrid; Tito Rodríguez, director de políticas de marketing del Instituto de Cinematografía de las Artes Audiovisuales, ICAA; José Manuel Zamora, director de Abycine; y Ana Cea, profesora de la UVa y coordinadora de congreso junto a Mercedes Miguel Borrás.
 
La conversación ha comenzado con la exposición, por parte de Cea, de algunas de las conclusiones que se han extraído de las dos jornadas precedentes del congreso. Con respecto a la creación, se destaca la «libertad creativa y experimentación» del cortometraje. Además, desde la organización del congreso se valora positivamente el papel que juegan las escuelas de cine como «semillero de directores y también productores». «El cortometraje español tiene más prestigio que el largo», ha comentado Cea, lo que demuestra que «no tiene menor calidad por ser un formato más breve». «El problema no es la falta de talento, sino que viene de la industria, no hay apoyos suficientes y eso lleva a la precarización», ha añadido.
 
Serrano ha apuntado que se está trabajando, bajo el paraguas del ICAA, en la elaboración de un catálogo de cortometrajes nacional «que permita trabajar en red y enfrentarnos como una potencia en los mercados, para empezar a trazar, en un par de años, programas de cooperación con las agencias europeas». «Es un momento idóneo para hacerlo, porque los diferentes agentes implicados nunca hemos estado tan unidos, y tenemos objetivos a corto, medio y largo plazo», ha señalado. Rodríguez ha explicado que «existe un catálogo del cortometraje pero dentro de las comunidades, y no en todas», y que la idea de este nuevo plan es trabajar con «fines de difusión y no solo de catalogación». También él ha recalcado la presencia del cortometraje español, que vive «una edad dorada», en festivales de relevancia internacional.
 
«El canal para investigar tu mirada como director, para experimentar, es el cortometraje, porque cuando llegas al largo te encuentras con una serie de fases e intermediarios que escapan de tu control», ha indicado José Esteban Alenda, que a finales de 2018 estrenó junto a su hermano su primer largometraje, Sin fin, filme protagonizado por Javier Rey y María León, Actor y Actriz el Siglo XXI en esta 32 Semana de Cine de Medina del Campo. «El corto te da plena libertad para crear, por eso nosotros siempre volveremos a ello, nunca ha sido una plataforma para dar el salto al largo, sino nuestra forma de entender el cine, a través de historias que se cuenten en menos de media hora», ha dicho. Su hermano César ha respaldado sus palabras: «Cuando pasas al largo, echas de menos el corto. Ahora estamos en conversaciones para una posible segunda película y nos encontramos que ya no se habla de lo creativo, sino de cómo se distribuirá o qué televisión la apoyará. En el cortometraje te centras en lo verdaderamente importante, que es el cine».
 
Los hermanos Alenda son habituales en la Semana de Cine, donde han presentado varios de sus cortometrajes. El de Medina del Campo es un ejemplo del importante papel que los festivales juegan en la difusión del cortometraje, tal y como ha señalado Zamora: «Somos, ahora mismo, el receptor primero del cortometraje, casi la ventana exclusiva, incluso la única posibilidad de retorno». A este respecto, Zamora ha puesto sobre la mesa una cuestión recurrente en el debate sobre la distribución del cortometraje: «Existe un problema de conexión con el público, de visibilidad. Debemos reelaborar la estrategia de comunicación del cortometraje, porque cabe plantearse si llegamos solo a la gente del sector».
 
Durante la conversación se ha hecho referencia también a la necesidad de abrir el sector audiovisual al ámbito educativo. García Elegido ha indicado que «se debería implantar una asignatura de lenguaje audiovisual», que facilite que «los niños y niñas sepan desentrañar lo que supone un encuadre, por ejemplo, que aprendan a analizar el gran canal de información audiovisual que reciben en el día a día». Ha alabado, además, el trabajo que se ha desarrollado desde las comunidades autónomas para impulsar el cortometraje, con acciones como la creación de catálogos. El primero que se estableció en España fue el del País Vasco, Kimuak, puesto en marcha por Txema Muñoz en 1998. «Los del resto de comunidades son herederos de ese», ha comentado García Elegido, «unos catálogos que son apéndices de políticas globales, de líneas de ayudas más amplias que tienen como objetivo que el corto llegue no solo al espectador de hoy, sino también al de mañana».
 
Todos los participantes han coincidido en señalar que una vía para llegar al espectador sería que en las salas de cine se volviesen a proyectar cortometrajes antes de las películas. «Podría comenzar a hacerse, por ejemplo, durante la Fiesta del Cine», ha sugerido Rodríguez, que ha recordado que muchos festivales en nuestro país incluyen en su programación proyecciones dirigidas al público infantil y juvenil, para contribuir a esa «alfabetización audiovisual» que potenciaría el consumo de cine en general, también en formato breve. «Hay muchos cortometrajes que no están al alcance del espectador, ni siquiera a través de Internet», ha añadido César Esteban Alenda, «así que no estamos hablando el mismo lenguaje que los jóvenes en un contexto en el que la competencia audiovisual es brutal y tenemos acceso a infinidad de contenidos».
 
La programación del I Congreso Internacional sobre el Cortometraje. Análisis, valoración y grandeza del formato arrancó el pasado jueves, día 7, en el Salón de Actos Lope de Rueda de la Facultad de Filosofía y Letras de la UVa con la conferencia inaugural, Pentagramas y fotogramas (fragancias y fracturas de la música), a cargo del director de la Semana de Cine, Emiliano Allende. Durante esa primera jornada, y también a lo largo del día de ayer, han tenido lugar diferentes mesas redondas en torno a cuestiones como la función social del cortometraje, los procesos creativos, la promoción y distribución o el uso de la música en los relatos cinematográficos breves. Con esta iniciativa, la Semana de Cine y la UVa han sumado fuerzas para poner en valor el cortometraje, tanto por su enorme potencial comunicativo como por su capacidad narrativa y libertad creativa-expresiva.