Belén Cuesta: «En la vida hay que atreverse siempre, nunca sabes dónde te puede llevar aquello de lo que piensas que no eres capaz»

Belén Cuesta: «En la vida hay que atreverse siempre, nunca sabes dónde te puede llevar aquello de lo que piensas que no eres capaz»
La actriz sevillana, una de las intérpretes nacionales del momento, ha recibido el Roel de Actriz del Siglo XXI de la 31 Semana de Cine de Medina del Campo, un galardón que ha definido como «todo un honor» y que reconoce su trayectoria hasta la fecha, de la que ha asegurado sentirse «muy satisfecha», y, sobre todo, su proyección de futuro.

Entre sus próximos proyectos destaca La trinchera infinita, película dirigida por Aitor Arregi, José Mari Goenaga y Jon Garaño, en la que compartirá protagonismo con Antonio de la Torre. El próximo día 23 llegará a la gran pantalla El aviso, de Daniel Calparsoro, y tiene pendiente también de estreno Sin aliento, coproducción entre España, República Checa y Rumanía.

 

Sábado 10 de marzo

Es, para muchos, una de las intérpretes del momento, y, desde hoy, también la Actriz del Siglo XXI de la Semana de Cine de Medina del Campo. Belén Cuesta (Sevilla, 1984) ha recibido hoy el Roel que la acredita como tal, un galardón que reconoce su carrera hasta la fecha (de la que ella misma ha asegurado sentirse «muy satisfecha») y la sitúa como una de las intérpretes llamadas a brillar en las pantallas nacionales en las próximas décadas. «Estoy feliz de estar hoy aquí recogiendo este premio», ha dicho la homenajeada, «porque es todo un honor que alaben tu trabajo, es emocionante». Sobre ella, Emiliano Allende, director del festival medinense, que celebra su 31 edición, ha dicho que «es capaz de todo». Ante tal halago, la actriz ha comentado: «En la vida hay que atreverse siempre, nunca sabes dónde te puede llevar aquello de lo que piensas que no eres capaz».

La llamada, montaje teatral en clave musical creado por Javier Ambrossi y Javier Calvo, puso en el punto de mira hace ya cinco años a Cuesta, formada en la Escuela de Arte Dramático de Málaga, ciudad en la que se crió. En 2017 llegó la versión cinematográfica del proyecto, una película a la que precedieron comedias como Ocho apellidos catalanes (de Emilio Martínez-Lázaro), Kiki, el amor se hace (de Paco León, filme que le valió la nominación a Actriz Revelación en los Goya), Tenemos que hablar (de David Serrano) y El pregón (Dani de la Orden), entre otros trabajos. «La llamada ha sido mi gran golpe de suerte, hicimos esa obra sin esperar nada, sólo por nuestras propias ganas de hacerla», ha destacado, «y resultó ser la experiencia de nuestras vidas». «Mi carrera cambió, en el teatro me vieron directores que después me han llamado para trabajar con ellos», ha explicado. Abandonó el montaje justo cuando comenzó el rodaje de la película (por la que ha estado nominada al Goya a Mejor Actriz de Reparto en la última edición de los premios), un salto que refleja el fenómeno de masas en que se convirtió el espectáculo. «Hay que intentarlo aunque creas que es algo pequeño, porque ponerle esa etiqueta a tu proyecto es un error, lo importante es expresar lo que uno desea, no hay que tener miedo porque puedes hacer algo realmente grande», ha sentenciado.

Curtida en el teatro, donde comenzó su carrera, reconoce sentirse sobre las tablas «como en casa». «Me atrapan, y aunque el teatro es muy sacrificado, me resulta fascinante», ha indicado, para resaltar después: «Me encanta contar historias de principio a fin, descubrir cada vez que haces una función algo en lo que no te habías fijado, porque eso te enriquece no sólo a la hora de meterte en la piel de un personaje, sino, sobre todo, como intérprete». Sin embargo, ha sido la pantalla, pequeña y grande, la que la ha hecho reconocible para el gran público: «El ritmo frenético de la televisión te hace aprender mucho y muy rápido», ha expresado, «y el cine te enamora, reúne a mucha gente que está ahí por lo mismo». Reconoce no sentir predilección por ninguno de los tres medios: «Al final, lo que buscas son papeles e historias que te motiven, sea en uno o en otro».

El día 23 de este mes de marzo llegará a las pantallas El aviso, de Daniel Calparsoro, filme en el que comparte protagonismo con Raúl Arévalo, Aura Garrido y Aitor Luna, entre otros. Un thriller que va a mostrar a una Belén Cuesta en un registro diferente al habitual, alejado de la comedia. «El elenco es brillante y el guión, apasionante», ha señalado, «pude verla hace unos días y tiene un in crescendo brutal». «El espectador no va a saber muy bien lo que pasa, se mezclan tiempos y tramas, es una historia muy potente», ha añadido.

En estos momentos, se encuentra inmersa en el rodaje de la segunda temporada de Paquita Salas, webserie dirigida también por Los Javis, fichada para esta nueva entrega por la plataforma Netflix. Entre sus próximos proyectos destaca, además, La trinchera infinita, filme que firmarán José Mari Goenaga, Jon Garaño y Aitor Arregi, que mañana domingo recibirán en la Semana de Cine el Roel de Directores del Siglo XXI. «Este trabajo supone un reto para mí, porque ellos tres hacen maravillas, tienen tanta sensibilidad…», ha comentado. «Ya hemos comenzado los ensayos y estoy descubriendo que también como personas son brillantes, muy cercanos, es un gusto preparar así las películas, con tiempo, haciendo familia», ha dicho. «Cuando les conocí, enseguida sentí que estaba ante personas que aman esta profesión y luchan por contar sus historias», ha apuntado. Por el momento, situarse al otro lado de la cámara para dar forma a las suyas propias no entra en sus planes: «La dirección me da mucho vértigo, hay que ser valiente y tenerlo muy claro, ahora mismo me sentiría muy insegura».

Próximamente podremos verla también en la gran pantalla con Sin aliento, de Tudor Giurgiu, una producción entre España, República Checa y Rumanía cuyo rodaje ya ha concluido. «Es una película autobiográfica, cuenta la historia de un poeta rumano que se traslada a nuestro país para aprender castellano y poder leer a los autores a los que admira», ha explicado, «y, aunque Giurgiu no quiere que se defina como una película social, tiene mucho de eso, muestra la realidad a la que se enfrentó al llegar aquí por venir de dónde venía». «Todavía no he podido ver nada y estoy muy intrigada, sobre todo por el lujo que ha sido trabajar con Ariadna Gil y Luis Bermejo», ha apuntado.